¿Conocéis la maravillosa historia de Bill Porter?
Bill Porter, estadounidense, tuvo el infortunio de nacer con parálisis cerebral, esta situación le dificultó el movimiento de sus brazos y piernas además de que no podía hablar de forma normal. Pero adoraba las ventas. Le gustaba el contacto con los demás y veía en ese oficio una gran oportunidad de progreso. Fueron muchos los que le dijeron que, en su condición, llegar a ser un vendedor sería imposible.
Visitó a varias empresas para trabajar como vendedor, pero no fue aceptado. Gracias a su perseverancia y la ayuda inestimable de su madre, que siempre confió en él, volvió a intertarlo. Volvió a Watkins Incorporated, empresa que vendía productos de aseo y limpieza puerta a puerta y solicitó de nuevo empleo. Le propuso al gerente que le probaran y pidió que le dieran la peor ruta de ventas, la que ningún otro vendedor quisiera tomar.
El gerente aceptó dándole la peor ruta pensando que no iba a durar y se lo quitaría de en medio. Le asignó una ruta lejana y con nulas perspectivas de venta. Bill tenía que recorrer a diario 16 km vendiendo de puerta en puerta, pero esto no lo intimidó y comenzó a trabajar con la mejor actitud. Como era de esperar, nadie le compraba.
En la hora del almuerzo Bill fue a tomar un sándwich que su madre le había preparado. Un detalle muy especial le esperaba, tenía escritas 2 palabras con salsa de tomate: “paciencia” y “persistencia”. Al ver ese mensaje Bill recuperó la ilusión que había ido perdiendo y volvió a intentarlo.
Por fin consiguió su 1ª venta, después la 2ª y luego vinieron más…Increíble, una persona con sus limitaciones consiguió no tener ninguna realmente y ser un gran vendedor. Bill llegó a convertirse en el mejor vendedor de la compañía y trabajó en esa empresa por 40 años.
La historia de Bill fue llevada al cine y es para nosotros un gran referente por su espíritu de superación.
